Canagrosa lidera el control de la fragilidad por hidrógeno en la industria europea

Con acreditaciones únicas en Europa y métodos de ensayo avanzados, Canagrosa se sitúa a la vanguardia en la detección y prevención de la fragilidad por hidrógeno, un fenómeno crítico para la seguridad estructural en sectores como el aeroespacial, energético y naval
En la industria aeroespacial, controlar la fragilidad por hidrógeno -también conocida como fragilización por hidrógeno o hydrogen embrittlement- es primordial. Este fenómeno se produce cuando el hidrógeno es absorbido por el acero, alterando sus propiedades mecánicas y su estructura interna. El resultado puede suponer una pérdida significativa de ductilidad y resistencia y, en el peor de los casos, provocar roturas inesperadas.
En Canagrosa sabemos bien que estos riesgos son especialmente críticos en condiciones de baja temperatura y tensiones elevadas, de ahí nuestro compromiso en la colaboración con el cliente en la detección y prevención de los efectos de la fragilización por hidrógeno mediante métodos que combinan rigor, experiencia técnica y cumplimiento normativo.
¿Por qué se produce la fragilización por hidrógeno?
Existen distintas teorías sobre cómo el hidrógeno causa la fragilización. Las más comunes son:
- Embrittlement: el hidrógeno interfiere con la formación de enlaces metálicos.
- Fractura intergranular: el hidrógeno reduce la cohesión entre los granos del material.
Además, hay diversos factores que favorecen la aparición de este fenómeno como son la resistencia mecánica del acero; los tratamientos superficiales como el cadmiado, cromado duro, fosfatado o zinc-niquel; los tratamientos térmicos inadecuados, o los ambientes extremadamente corrosivos.
La importancia del control en sectores críticos
Como hemos apuntado con anterioridad, el control de la fragilidad por hidrógeno en la industria aeroespacial es fundamental, debido a las estrictas exigencias de seguridad, rendimiento y fiabilidad de los materiales utilizados en aeronaves y componentes espaciales. Si no se gestionan adecuadamente, este fenómeno puede afectar gravemente a la integridad estructural de los materiales y poner en riesgo la operación de aeronaves y misiones espaciales.
Además del sector aeroespacial, la fragilidad por hidrógeno tiene una relevancia especial en industrias avanzadas como la Automoción, Energía (tuberías y componentes para Oil&Gas y almacenamiento de hidrógeno), Naval (materiales submarinos, embarcaciones y la Industria química y petroquímica.
Nuestro compromiso técnico
En Canagrosa disponemos de una dilatada experiencia y conocimiento técnico en los dos métodos de referencia exigidos por los grandes fabricantes de aeroestructuras para el control y monitorización periódica de la fragilidad por hidrógeno:
- Medida electrónica según ASTM F326: también conocida como permeación electroquímica, permite la evaluación de procesos como el cadmiado.
- Ensayos de carga sostenida o constante, según las normas ASTM F519 y EN 2832: Probetas de acero representativas de los lotes de producción se someten a una carga constante próxima a la rotura durante un periodo prolongado de tiempo, para observar su comportamiento bajo condiciones que favorecen la absorción de hidrógeno y el desarrollo de fisuras.
Ambos ensayos están acreditados bajo la norma ISO/IEC 17.025 de ensayo de materiales. De hecho, Canagrosa es el único laboratorio en Europa acreditado para realizar el ensayo de medida electrónica conforme a ASTM F326.
En cuanto al ensayo de carga sostenida, contamos con una alta capacidad operativa para su ejecución en nuestras instalaciones de Sevilla, lo que nos permite ofrecer tiempos de respuesta reducidos, incluso en análisis con requisitos exigentes de ejecución.